De esta manera doy el disparo de salida a una ilusión que mantenía desde hace tiempo. Acabo de iniciar los estudios de Periodismo y me gustaría que mi nombre se reconociese, al menos, entre las más populares publicaciones regionales por la calidad de la redacción, la empatía con el público lector y la y el interés que puedan llegar a suscitar los temas sobre los que escriba. Sin embargo, no solo me complacería ligar mi trayectoria profesional a la escritura, sino también al volante. El automovilismo se consagra como mi tema de conversación estrella y mi más sincero divertimento con el que soy capaz de disfrutar tanto como cuando regreso de la facultad y descubro Sevilla a mis pies. En definitiva, onubense de nacimiento y sevillano de adopción con el objetivo de pisar aceleradores. Como conductor novel que soy, amo la velocidad, las curvas y conducir con una mano. Incapaz de percibir distancias, me creo tan habilidoso como para incrustar un BMW X3 en un hueco minúsculo o dejar un Smart ocupando una zona de minusválidos. La autoescuela me puso un coche en las manos por primera vez y empiezo a plantearme que tuvieron la culpa de sembrar en mi una semilla que no para de echar raices, como es el gusanillo de hacer mover cualquier máquina de cuatro ruedas. Sin embargo, la L que ocupa la parte posterior izquierda de la luneta trasera del coche de mi padre me resta credibilidad en el momento en que salgo a la carretera a hacer lo que verdaderamente me gusta: conducir. Lo que ya lanzara BMW en su exitosa campaña publicitaria, no pudo ser más acertado y directo a la vez. Miles de personas se sintieron afectadas por tal mensaje, pero no fue hasta que Bruce Lee pronunciara aquel famoso "Be water my friend", cuando la prestigiosa casa alemana experimentó el mayor ascenso de ventas de sus últimas décadas, especialmente del recién lanzado BMW X3, que, casualmente, es el automóvil que hoy en día tengo el privilegio de conducir. Sin discurrir por otros derroteros, me siento orgulloso de dar comienzo a este blog, al que auguro un futuro prometedor.
Un saludo.
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